26 feb 2017

BLOG 234 - Los niños que duermen poco tienen mayor riesgo de sobrepeso

Los niños que duermen poco tienen mayor riesgo de sobrepeso

***Articulo de la revista digital SER PADRES***
Dormir menos horas de lo recomendado producen unos desequilibrios hormonales que van a generar un aumento de apetito. A su vez, el cansancio por dormir mal dificulta la realización de actividades deportivas e influye en el rendimiento académico futuro.

La obesidad y el sobrepeso provocan la muerte cada año de 2,6 millones de personas, una enfermedad cuya tasa se ha duplicado y que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), está alcanzando "proporciones epidémicas (1.900 millones de adultos tienen sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones son obesos, y en niños las cifra se sitúa en 42 millones).
La obesidad es un factor de riesgo de otras patologías como la diabetes, la hipertensión o los trastornos del sueño, y en concreto este último aspecto es a su vez una de las causas de sobrepeso; la prevalencia de la obesidad es notablemente mayor entre personas que duermen poco y mal y en niños esta probabilidad es mayor con un sueño inferior a la media (10,2 horas).
Expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada-Grupo Lo Monoco manifiestan que ‘dormir bien podría reducir los índices de masa corporal en niños y en adultos’y son los niños el colectivo donde mejor se puede trabajar en este aspecto dado que son más “fáciles de modular e instaurar nuevos hábitos en torno al sueño, ya que en el adulto esos hábitos están fuertemente enraizados”.
Según el Dr. Alejandro Guillén-Riquelme de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco,“dormimos menos horas de las necesarias y de forma general se ha observado que un aumento notable en el índice de masa corporal va a provocar una disminución de las horas de sueño. A su vez, el reducir las horas que se duerme va a producir sensación de cansancio, fatiga matutina, desorientación, etc. Este hecho es particularmente relevante en el caso de los niños, ya que los f actores que influyan en su sueño van a repercutir sobre el desarrollo de los pequeños y van a afectar notablemente a su salud y calificaciones académicas”.

“Además, el hecho de dormir poco o de forma no reparadora va a incrementar la fatiga diurna lo que puede vincularse con menor actividad física, con lo que la obesidad se agravaría. De hecho, en niños que duermen menos horas de las necesarias, las probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad son notablemente superiores a los niños cuyo sueño es regular y adecuado a las necesidades propias de su edad”.

Además de afectar a la actividad física, otras de las relaciones entre obesidad y los trastornos del sueño es al aumento del apetito. El dormir menos horas de lo recomendado va a producir unos desequilibrios hormonales que, a su vez, van a generar, un aumento del hambre y del apetito. Junto a ello, se produce un aumento en la apetencia por alimentos ricos en hidratos de carbono, aumenta así notablemente el número de calorías que se consume.

Guía de higiene del sueño en la infancia

Los expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco presentan una serie de recomendaciones basadas en la evidencia científica, importantes para instaurar una higiene del sueño en niños con el fin de conseguir una calidad de sueño óptima.
  • Establecer una serie de rutinas asociadas con el irse a dormir. Esto favorece que el niño se “acostumbre” (o condicione usando el término técnico) a dormir a determinada hora. De esta forma, el establecer una serie de rutinas fijas como ducharse, cenar, ver un tiempo fijo la tele, leer un cuento o irse a la cama a la misma hora, puede ayudar a que los niños condicionen ese ritual con el dormir y a esa hora. De esta forma, cuando se realizan esas tareas el niño, directamente, siente sueño. Para lograr esto lo primero es que se vayan a la cama a la misma hora. La calidad de sueño está relacionada con la sincronización y la regularidad con la que los niños van a la cama y la hora a la que se despiertan por la mañana con respecto a la edad que tenga cada uno. Por ello, hay que tener especial cuidado en que los niños duerman lo que necesiten.

  • Acondicionamiento de la habitación del niño. El lugar donde el sueño del niño transcurre es un factor importante a tener en cuenta. Dormir siempre en la misma habitación y que esta tenga una serie de condiciones favorecedoras de la inducción del sueño permitirá que sea más sencillo condicionar el ir al cuarto a dormir. Controlar la luminosidad, la temperatura, el ruido, la estética y decoración, la comodidad del colchón, la ropa que utilice para dormir, la accesibilidad a aparatos electrónicos… son algunas variables ambientales que influyen en la higiene de sueño del pequeño.

  • No a dispositivos como ordenadores, videoconsolas, tablets o smartphones, ya que suponen una fuente de distracción para los niños. Además de ello, los juegos o lo que estén viendo en estos aparatos los sobreactivan, lo cual será un problema a la hora de conciliar el sueño más tarde.

  • Evitar actividades antes de dormir en la habitación. El niño tiene que asociar que su habitación es donde él duerme por las noches y, aunque también practique otras actividades tales como estudiar, hacer deberes o jugar, ha de aprender que ese es el lugar donde duerme. Por ello, cuando el niño entre por la noche al cuarto debe saber que irá a dormir únicamente. De esta manera, se establecerá esta idea y mejorará su higiene de sueño. De hecho, si es posible, es conveniente eliminar el resto de actividades de ese cuarto, realizándolas en otros espacios, ya que esto puede ayudar al condicionamiento antes descrito.

  • Enseñarles a que son capaces de dormirse solo en su habitación. Si lo necesita, se puede poner una pequeña luz para que no tenga miedo aunque no es lo más recomendable. En caso de que el niño necesite no estar a oscuras, la fuente de luz debe ser lo más tenue posible y no ser directamente visible por el niño acostado.

  • No realizar actividad física dos horas antes de ir a la camael no ingerir alimentos con alto contenido en azúcar e hidratos y el no acostarse inmediatamente después de cenar, son factores que influyen en la calidad de sueño, tanto de adultos como de niños. 

  • Por eso, es conveniente que los padres garanticen una cena que no sea pesada y que los juegos del niño antes de dormir no sean muy físicos ni excitantes
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2 feb 2017

BLOG 233- LOS CEREALES SON LA MEJOR OPCION PARA INTRODUCIR LOS ALIMENTOS SOLIDOS EN LA DIETA DE TU BEBÉ??'

Hola, hoy os publico un articulo de la revista digital ser Padres, en la que nos explican si los cereales es una de las mejores opciones en la iniciación, para introducir los alimentos sólidos en la dieta del bebé. 

Los cereales son la mejor opción para introducir los alimentos sólidos en la dieta de tu bebé?
Los cereales infantiles son ideales para incorporar en la dieta de tu bebé, ya que están creados especialmente para aportar los nutrimentos que necesita día a día y que crezca saludable.
¿Los cereales son la mejor opción para introducir los alimentos sólidos en la dieta de tu bebé?

Al cumplir los seis meses de edad, tu bebé está listo para incursionar en la alimentación complementaria y probar poco a poco una deliciosa variedad de nuevos sabores y texturas. De este modo, se integrará poco a poco a la dieta familiar.
¿Qué es recomendable para la etapa de ablactación?
- Empieza con cereales como la avena y el arroz.
- Ofrécele un alimento a la vez durante tres o cinco días para detectar posibles alergias alimentarias.
- Dale alimentos sólidos dos o tres veces al día si tiene entre seis y ocho meses.

¿Por qué empezar con cereales?
Los cereales infantiles están adicionados con una importante variedad de vitaminas y minerales, como hierro, zinc, calcio, vitamina A, C y D, que son indispensables para su sano crecimiento y desarrollo. Además, al darle cereal por la mañana, obtiene energía que lo ayudará a estar activo durante el día.

Durante los primeros meses de alimentación complementaria, debes ser cuidadosa con lo que le ofreces a tu bebé. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-043, entre los seis y siete meses, puede comer frutas no cítricas, verduras, cereales, carne de res, pollo y pavo. Procura respetar los alimentos que puede y no puede ingerir con el fin de evitar alergias alimentarias.

Con tres cucharaditas de NESTUM® sin azúcar, mezcladas con 75 mililitros de leche materna puedes empezar a combinarlo con frutas y verduras como manzana, mango, melón, durazno, aguacate, pera, papaya o lentejas. Ya que has introducido el cereal solito puedes empezar a combinarlo con sus frutas favoritas y ofrecer así una variedad de nutrimentos y sabores, pero recuerda que es importante que primero conozca los alimentos por separado para que puedas verificar la tolerancia y aceptación.

Fuentes:
¿Por qué se llama alimentación complementaria?
Un nuevo alimento durante tres días, alimentación complementaria
Variedad de sabores en la alimentación de tu bebé
¿Los cereales infantiles cubren las necesidades de mi bebé?
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