El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños (TDAH) es uno de los diagnósticos de moda. ¿Quieres entenderlo?
Definición de hiperactividad y déficit de atención:
Diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención:
- Establecer el diagnóstico de TDAH en menores de 5 años es algo complicado y poco útil, ya que los tratamientos usuales de esta patología (Metilfenidato y similares) no se indican antes de esta edad.
- Ya que los niños hiperactivos tienen un “adormecimiento” de la zona anteriór del cerebro, el tratamiento consiste en algo que puede resultar llamativo: Estimulantes. (El metilfenidato es una anfetamina, de hecho). Suele extrañar cuando se explica, pero es fácil de entender si se hace bien: Cuando damos un estimulante a un niño que está como una moto todo el día porque su conducta no está controlada por la zona anterior de su cerebro, despertamos a esa zona, que actúa así para controlar la conducta, haciendo que el niño se concentre con más facilidad y pueda atender mejor a lo que los demás le dicen.
- La prueba que os comentaba que podéis realizar vosotros mismos consiste en dar por la mañana en el desayuno, CAFÉ. Simplemente que desayune café con leche en lugar de un Colacao. Probad durante una semana y decidle a su maestro que váis a probar un tratamiento con el niño, para que os comente si observa cambios en su comportamiento en clase. Al tiempo que vosotros observáis los cambios en casa.
- Si el niño es sencillamente nervioso y despistado, pero no hiperactivo, lo normal es que el café lo ponga aún más nervioso.
- Sólo si es realmente hiperactivo notaréis que mejora claramente en su capacidad de concentrarse y de prestar atención a los demás. Es un efecto anormal de los estimulantes que aparece sólo en niños hiperactivos. Si la respuesta es esta: vuestro hijo es muy posiblemente hiperactivo y si mejora con café, adivinad el tratamiento: Pues café con leche todas las mañanas.
Tratamiento de la hiperactividad en niños:
- Anfetaminas: Suele iniciarse el tratamiento a dosis bajas que se va subiendo poco a poco hasta la dosis normal recomendada. Hubo un tiempo en que el tratamiento se recomendaba sólo para los días de clase para evitar el fracaso escolar. Hoy en día se recomienda darlo todos los días, porque la convivencia familiar no es menos importante. La diferencia entre Rubifen® y Concerta® es que el segundo tiene un efecto más prolongado (24 horas) mientras el primero sólo unas 8 horas. Por lo que hoy día tiende a usarse el Concerta®.
- Cafeína: Yo suelo recomendar el café con leche y no la Coca Cola por dos motivos: Las bebidas azucaradas son una de las principales causas de obesidad infantil hoy en día. No es cuestión de cambiar un hiperactivo por un obeso. La segunda es que hay estudios serios que relacionan la hiperactividad con el uso de aditivos químicos en la alimentación, de los que las bebidas son uno de sus mayores ejemplos.
- Reducir la cantidad de aditivos químicos en la dieta. Es decir, prescindir de alimentos de producción industrial a favor de alimentos elaborados en la propia casa.
- Reducir la ingesta de azúcar refinada. Es otro factor que se ha realcionado con el aumento de la hiperactividad en las sociedades “desarrolladas”.
Fracaso escolar:
- Niños de familias con problemas. Divorcios traumáticos, violencia familiar y padres adictos a drogas o juego a la cabeza.
- Niños “superdotados”. No me gusta la palabra, pero el objetivo es que se entienda. No es raro que los niños con mayores capacidades resulten muy problemáticos en sistemas educativos que les ofrecen objetivos claramente inferiores a sus posibilidades. Pueden llegar a desarrollar cuadros de mala adaptación escolar mucho más complicados que los de niños con TDAH.
La conducta de los seres humanos se controla fundamentalmente con la zona anterior de nuestro cerebro (corteza frontal).
Estos niños tienen esta parte del cerebro como adormecida.
El resultado es falta de atención e incapacidad de concentrarse en una actividad de forma continuada.
Son niños “despistados” y que no paran, saltando continuamente de una cosa a otra. Lo que genera problemas de convivencia familiar y retraso escolar. Es frecuente que en la familia se tenga la idea de que es despistado o muy nervioso, pero sea en el colegio donde nos alerten de la posibilidad de que sufra de hiperactividad.
Conviene que sea valorado por un Psicólogo, que con la observación de la conducta y mediante una serie de encuestas os dará una opinión sobre su grado de TDAH.
Pero hay un método sencillo que vosotros mismos podéis realizar para aproximarse con bastante certeza al diagnóstico:
El tratamiento oficialmente aceptado y más difundido suelen ser las anfetaminas (Rubifen® o Concerta®). Son más potentes que la cafeína, pero también tienen más efectos secundarios, por lo que cuando la cafeína es efectiva yo prefiero ésta a las anfetaminas.
El TDAH se ha hecho tan popular que ante el fracaso escolar, casi cualquier niño es catalogado como TDAH a la primera sospecha sin mayores pruebas.
Creo que es importante recordaros aquí que existen otras muchas causas de fracaso escolar entre las que destacaría otras dos:
Creo que se confunde muchas veces el déficit de atención con déficit de motivación.
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