BLOG Nº93 - Reflejos primarios y secundarios del niño

Reflejos primarios y secundarios del niño

Los reflejos, son la respuesta o reacción automática de los niños, debido a algún estímulo exterior. 

Los reflejos corresponden a meros actos involuntarios que van desapareciendo con el tiempo. Los expertos explican que las habilidades que el niño expresa en su primer año de vida, se explica porque en el pasado prehistórico de la humanidad, nacieron por la necesidad de sobrevivir en el medio hostil que habitaban. Es decir, los reflejos, son la respuesta o reacción automática de los niños, debido a algún estímulo exterior.

Los reflejos primarios

Éstos son los manifestados por el niño, en el instante del nacimiento y algunos de ellos pueden desaparecer en algún tiempo. Por ejemplo:

• Movimiento de los pies: Cuando la mamá tiene al niño del área de las axilas, se sostiene al bebé por las axilas, obtiene que el niño mueva los pies tal y como si intentara caminar. Dura por unos cuatro meses.
• Giro de cabeza: Una vez que la mamá acuesta al niño sobre su espalda, éste puede girar la cabeza hacia un lado, al mismo tiempo que estira sus brazos hacia arriba. Dura tres meses, aproximadamente.
• Presión en las manos: Al momento que la mamá le pone un objeto en la mano al niño, éste intentará cerrarla. Su duración es de unos 6 meses.
• Reflejo de succión: Si la mamá pasa levemente un objeto por los labios del niño, éste tenderá succionar. Puede durar hasta el cuarto mes.
• Presión en los pies:. Cuando la mamá le roza la parte superior del dedo pulgar del pie del niño, él flexionará los dedos en forma automática. Este reflejo suele tener una duración entre nueve y doce meses.

Se espera, por cierto, que todos estos reflejos vayan desapareciendo gradualmente y a su vez, comiencen a manifestarse otros de segundo nivel.

Los reflejos secundarios

Éstos corresponden a los manifestados durante los primeros meses de vida y al igual que los primeros, pueden desaparecer a medida que transcurra el tiempo. Por ejemplo:

• Reflejo de Galant: La mamá notará que cuando para la mano por la parte baja de la espalda, hacia los lados, él irá arqueando levemente el cuerpo hacia arriba y hacia los lados.No debe causar preocupación que si el niño ya ha cumplido el año, aún mantenga el reflejo, porque se ubica en el rango normal.
• Reflejo del Moro: Cuando la mamá pone al niño sobre una superficie blanda y lo sostiene y además, lo tira por las muñecas, separándolas un poco, y dejándole caer hacia atrás.El niño reaccionará abriendo los brazos y los echará hacia delante como si quisiera dar un abrazo. Después llorará. Dura hasta el cuarto mes de vida.
• Reflejo de Búsqueda: Si la mamá toca o acaricia los labios de la boca del niño, él vuelve la cabeza y abre la boca para buscar en la dirección del contacto.De esta manera, el niño podrá hallar el pecho o la mamadera para alimentarse. Ya, al primer mes, el niño puede girar la cabeza en busca de lo que ha sido puesto en sus labios.
• Reflejo de Arrastre: Cuando al niño se le pone boca abajo, querrá mover sus piernas para gatear. Lo mantiene hasta los tres primeros meses.
• Reflejo del Paracaídas: Si la mamá toma al niño por los costados, además de que esté boca abajo y lo inclina hacia adelante, el niño extenderá los brazos y abrirá las manos.Su aparición tiene lugar a los seis meses y, por lo general, desaparecerá a los nueve.
• Reflejo del Gateo: Si la mamá ubica al niño acostado sobre la guatita en una superficie que sea sólida y obviamente, segura, se dará cuenta que él se pondrá en posición de gateo.Por lo general, aparece alrededor de los seis o siete meses, hasta que el niño comienza a caminar.
• Reflejo del Paso: Si la mamá toma al niño alrededor de su estómago, y lo sujeta por debajo de las axilas, para que se ponga en pie, el niño hará movimientos, como si estuviera en sus primeros pasos. Así empieza el proceso para que aprenda a caminar.

Los reflejos, entonces, son parte fundamental del desarrollo del niño, toda vez que ya se encuentran en su información genética y van de la mano con reacciones normales.

Obviamente, en un momento determinado, tendrán que desaparecer, toda vez que el niño va creciendo y desarrollándose, mediante diversos aprendizajes.